viernes, 14 de agosto de 2009

El resto de la misión: préstamo de cabras.


Durante todo el tiempo que estuvimos en San Carlos, visitamos casi todas las casas del Barangay Antipangol y muchas de las casas del Barangay Talang, donde las hermanas tienen su casa. El objetivo de estas visitas era triple:

En primer lugar, queríamos conocer cómo viven estas familias, cuál es su historia, qué necesidades tienen, etc.

En segundo lugar, la visita tiene un sentido terapeútico, puesto que para la gente humilde de Antipangol, recibir una visita de unas extranjeras es, paradógicamente, un honor.

En tercer lugar, al conocer la realidad de las casas fuimos seleccionando a las familias que serían beneficiarias del "programa de préstamo de cabras".

Los requisitos para recibir una cabra en condiciones de préstamo son variados: tener pocos recursos y dificultades para ganarse la vida, ser trabajadores y responsables, ser capaces de físicamente cuidar a la cabra, etc. Lo cierto es que no tuvimos problemas para encontrar a los beneficiarios... gente que cumpla estas condiciones la hay en abundancia en Antipangol.

Así que unas cuantas nos dirigimos a comprar las cabras. Aquí veis unas fotos de la compra:




Al final, compramos un total de 70 cabras y seleccionamos el mismo número de familias. Todas las cabras son hembras, a excepción del ejemplar número 71 que es un macho y que va a ser el encargado de visitar a sus congéneres femeninas para preñarlas y aumentar así la población del barangay.

Al recibir las cabras, las familias firman un contrato por el que se comprometen a cuidar las cabras durante 5 años, tiempo durante el cual no pueden vender ni sacrificar a la cabra. Las crías que la cabra tenga durante este tiempo serán repartidas entre la familia y las hermanas de la siguiente manera: la primera cría pasa a ser propiedad (no préstamo) de la familia beneficiaria; la siguiente cría es propiedad de las hermanas, quienes la prestarán a otra familia. De esta manera de asegura el crecimiento del programa de préstamo.

Lo que a nosotros apenas nos supone el coste de una camiseta, es para estas familias en palabras textuales "una bendición". ¡Cuánta alegría y esperanza repartimos junto con las cabras!

Confiamos en que las cabras den fruto y el fruto se multiplique en Antipangol. Gracias una vez más a todos los que colaborastéis económicamente aportando dinero para las cabras solidarias. Vuestro gesto ha llegado directamente al corazón y las manos de gente con nombres y apellidos. Gracias.
















2 comentarios:

  1. Que sepan todos que la cabra negra es mía, qué alegría poder ayudarles, jejejeje.
    Es impresionante lo que podemos hacer todos con pequeños o grandes gestos.
    Sois ejemplares, nos dais un testimonio muy importante, ese testigo lo tenemos que llevar a nuestro mundo, deseo que como profesores podamos llegar a nuestros alumnos y que empiece a cambiar el sentido de nuestras vidas. ¡¡Cuánto tenemos que aprender!!
    Gracias por todo lo que nos enseñáis
    Mª José

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