viernes, 14 de agosto de 2009

El resto de la misión: construcción de pozos.

El agua es un bien necesario para la humanidad, y como todos sabemos, un bien escaso que está mal distrubuido. En un país como Filipinas que está rodeado de agua y cuyo principal medio de subsistencia es el cultivo del arroz, se presupone que el agua potable abunda y está al alcance de todos.

Y sin embargo, esto no es así: los cultivos subsisten principalmente gracias al agua de la lluvia. Igualmente el arroz se destruye tanto ante la escasez de lluvias como ante la superabundancia de éstas.

El agua potable escasea y no todos tienen acceso a un vaso de agua. Muchas de las enfermedades que padecen las gentes sin recursos en Antipangol podrían ser evitadas si no bebieran ese agua marrón plagada de bacterias, barro y todo tipo de infecciones, dado que los pozos con agua aceptable se encuentran a largas distancias de las zonas más pobres. Aqui tenéis una foto del agua de la escuela, con la que cocinamos y limpiamos los alimentos...No, no es un efecto de la luz, realmente el agua tiene ese color. Sin palabras, ¿verdad?

Por ello, uno de los proyectos que más necesario vimos desde el comienzo fue la construcción de tres pozos en las zonas donde el agua quedaba más lejos y donde en peores condiciones habitaba la gente. Aquí tenéis unas fotos del proceso de construcción de los pozos, desde la compra de los materiales hasta el momento del disfrute del agua limpia.







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