lunes, 9 de noviembre de 2009

Palabras de la Hermana Mila

Hasta mi correo llegaron hace unos días estas palabras escritas por la Hermana Mila, filipina de la comunidad de San Carlos. Las palabras originales eran en inglés, así que pido disculpas si en la traducción he perdido algún matiz en el intento de ser fiel al texto original.
Mónica

Sueños que se han convertido ahora en una realidad,
queriendo conocer la situación real de los Filipinos,
con el entusiasmo y el deseo participar de nuestra misión,
ellas contestaron a la llamada de Dios con amor y comunión.

El 13 de julio del 2008, las Primeras Voluntarias Españolas llegaron a Filipinas,
Las llamamos MaMeMo, "hermanas A'unciata"
Abreviaturas de Mª Jesús, Mercedes y Mónica...
La llave como voluntarias laicas de otros países para la misión en Asia.

Un año después, el 12 de julio de 2009, el segundo lote de jóvenes voluntarias españolas se unieron a MaMeMo,
con las hermana Mirima, Yolanda, Silvia y Pulu
nombres con sus propias historias únicas y personalidades
que ahora se han convertido en parte de nuestra comunidad y nuestra historia.

Mientras vivian con nosotras,
llegamos a conocerlas individualmente,
pero para nuestra alegría, nos dimos cuenta de que en nuestra comunidad
a ellas les encantaba estar con nuestra gente y vivir en unidad y armonía.

Vimos en ellas el espíritu de la caridad,
sus corazones llenos de generosidad,
a nuestra propia gente ellas acogieron profundamente
su tiempo y talentos compartieron con alegría

Ellas descubrieron las realidades de nuestra gente
Participaron de su dolor y sus alegrías.
Fueron conscientes de sus triste pobreza,
pero fueron sobre todo conmovidas por su alegre hospitalidad.

Ellas son como un árbol de bambú
curvándose humildemente para compartir su tiempo y su esfuerzo con tolerancia.
Sacrificando sus vidas con todo su corazón
con dulzura para servir a otros sinceramente.

Las palabras no son suficientes para describir lo que ellas han sido para nosotros
con su disponibilidad, nosotros recordamos la historia de la fidelidad de María,
pues ella dio a luz a Jesus encarnado.
Estas voluntarias son también para nosotros el amor de Dios encarnado.

Nosotras, la comunidad del Padre Coll en San Carlos City, Pangasinam
Escribimos esta corta reflexión con gratitud y abundancia en amor
Semanas y meses pasados con nosotras y con nuestros hermanos y hermanas
Todas vosotras nos inspirastéis y fortalecistéis en nuestra vocación
para continuar la misión encomendada a nosotras por Dios con dedicación.

Mila, OP- Filipinas, 22 de julio de 2009.

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