jueves, 13 de agosto de 2009

El resto de la misión: proyecto de alimentación en la escuela de Antipangol

Este año continuamos con el programa de alimentación en la escuela de primaria de Antipangol que ya iniciamos el verano pasado. Durante tres días a la semana cocinamos y alimentamos a 171 niños del barrio que acuden a la escuela.
Para nosotros comer no es una actividad fluctuante. Siempre comemos. Para muchos de estos niños de la escuela, comer a diario es un privilegio.

Según me contaba Focy, profesora de 5º grado de la escuela, desde que el año pasado iniciamos el programa de alimentación, se han visto muchas mejoras en los alumnos. La comida les da la energía necesaria para estudiar, para jugar y correr. Pero no sólo eso, sino que les da el corage para ser mejores estudiantes. Los niños consideran que, puesto que nosotros, sus profesores y algunas personas del barangay, hacemos el esfuerzo de cocinar y alimentarlos, ellos deben estudiar para devolvernos la acción. Y así ha sido durante todo el año pasado. Hasta el punto de que Lovely, alumna de 6º grado, ha ganado algún concurso local y regional, en el que competía con alumnos de su misma edad, pero no mismas condiciones sociales.

Hoy, el colegio de primaria de Antipangol, es un colegio alegre, vivo y activo. Un lugar donde se oyen risas y se palpa el aprendizaje, un colegio que levanta su cabeza orgulloso y con proyectos de futuro. La directora de la escuela sueña con poder empezar el instituto como continuación de la escuela primaria, puesto que, sin esta plataforma de aprendizaje, la mayoría de los niños del barangay terminan sus estudios en 6º grado, equivalente a 6º de primaria en España. Pocas familias del barangay pueden permitirse pagar el transporte hacia un instituto de otro barangay.

Siendo un poco osada, me atrevo a preguntar: ¿como sonaría el "Instituto de Secundaria Anunciata"?





Los alumnos de primaria del Colegio La Anunciata de Zaragoza hicieron dibujos para los niños de la escuela de Antipangol. Los niños, sorprendidos, recogían los dibujos sin saber exáctamente qué cara poner: ¿de verdad hay niños en la otra parte del mundo que nos han enviado estos dibujos con mensajes de amistad?
Sin duda, un regalo muy bonito para los niños de Antipangol. Una vez más, gracias.




1 comentario:

  1. es una bendición ver lo que haceis en Filipinas, pero me entristece ver que adoptais el inglés para la instrucción.
    En ese aspecto dais un mensaje erróneo a los niños filipinos y vais en contra de su futuro y también de su pasado

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